A fuego fuerte...

22.9.10

Guiso de relatos con cuentos e historias

Cuentan que había una vez un contador que una vez contaba cuentos de cuentos que contaban un sólo cuento, contado de cuanta manera se podía contar en una vez. La historia, que se repetía a lo largo de la historia de las historias que históricamente repetían que se contaban, relataba los relatos de un relator relatado por un relator en el relato de los relatores de relatos. Anónimamte, se anonimatizó el anónimo que con ánimos de anonimar el anonimato, dejó implícito el nombre de un personje. Un personaje que representaba al representante de los personajes presentados como únicos representados en la representación de las representaciones. Con un principio que empieza empezado, incluso antes de empezar a empezar a empezarse ese empezado principio que empieza sin ninguna palabra empezada. Y a lo largo de la historia se va alargando largamente el alargado alargue de la historia alargandose en busca del buscado buscardor de largos alargamientos, poniendose más aburrido a cada abrurrimiento  del más aburrido aburridor de burros aburrimientos. Y finaliza después de que al fin finalizó el finalista el fino final del finado que sin  fin finaliza. No está la colorida prima aguda terminada en N  de color, y tampoco su tío, el color que usan los coloreadores para colorear algo rojo. Por lo tanto tampoco el tanteador de tan pocos, tantos no puede poder tantear poderosamente esa rima que los rimadores tantas veces pudieron  rimar. 

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