A fuego fuerte...

24.10.10

Ciclo

Era entonces cuando nos sumergíamos en las notas hasta poner en juego la palabra irrealidad. La música no pasaba los pezones; desde la altura de las orejas hasta los pezones. Como atragantarse  con la melodía. El resto era baile hacia abajo, nada hacia arriba. ¿y a quién le importa el baile y la nada en esas circunstancias? Al bailarín y a nadie puede ser, pero a nosotros no. El hecho es que bailábamos sin ser bailarines, sin movernos de nuestros asientos, sintiendo el bolo musical atascado quién sabe dónde. 
Los míseros silencios que nos proporcionaba el plato, no nos daban tiempo a salir del ciclo. Ahora digo ciclo, puesto que estoy  sordo y se ha roto tal cosa. En ese momento lo pensaba como una línea de tiempo irrepetible. Eso provocan los sentidos: confusión. Calculo que algunos otros le ha pasado lo mismo con la vista, o con el olfato.
Luego, cuando se hizo el silencio, y descubrí que estaba todo dónde había quedado la última vez, una lágrima cayó de mis ojos. Luego risa. Luego, calma. 


22.10.10

Ataque amoroso

                                                                                                               Todos los días me cagaba a palos. Era cuestión de tiempo para oír un insulto, sentir su cachetada y luegos sus puños y sus patadas. El amor a veces se manifiesta de esa forma. Es que es tan parecido al odio... Y cuando uno quiere mucho, cela. Y cuando cela se ciega.
                                                                                                               Algunos hablaban de maltrato. Bien, me maltrataba pero peor era  la indiferencia cuando venían sus familiares. Sentía ciertas ganas de llorar cuando me lanzaba un imperativo con eso ojos terriblemnte opacos. O cuando me obligaba a tener sexo anal aunque spuriera que no me gustaba.
                                                                                                                Ella era así. Los rasguños, los golpes. Los ojos morados. Ella era así y un día el sida la mató. 
                                                                                                                Ahora que estoy solo, pienso en ella cada vez que prendo la tele y veo la violencia que hay en la calle, lo mas cercano a un ataque amoroso que puedo tener.

16.10.10

Dadáperonismo

El poeta recitó:
… por la fe en dios y la fe de seguir viviendo…
Hoy, hace 65 años el pueblo trabajador invadió las calles de Buenos Aires para rescatar a su líder, y a partir de ese momento los trabajadores argentino tenemo como principio fundamental, como valor fundamental, la lealtad a quien nos dio dignidad a los trabajadores que fue el gral Perón, compañero. Esto es lo que nos  convoca todo los años agradecer permanente a quien a partir de su “rucion” en la vida política ningún trabajador dejó de luchar y pelear por su dignidad. Y estas enseñanza se la debemos a ese hombre y a esa mujer que dieron sus vidas por los trabajadores. Por eso compañero, en ese camino de la lealtad los trabajadores somos leales a quien no traiciona a los trabajadores. Los trabajadores sabemos reconocer a quien nos da la posibilidad de mejorar la dignidad de  sus vida, por eso…
H. M.

Y yo mientras tanto, con ganas de irme a la mierda, con más ganas de estar trabajando que de estar en el gallinero aturdido  por los bombos y los gritos, tomando gancia para pasar el  mal trago, mientras a mi lado unos se prendían un troncho… Nos reúne la lealtad…, A mi me obligaron a ir a ese circo dadaísta, en un micro hecho mierda que no tenía ni rueda de auxilio, ni llaves por si pinchaba… Y pinchó (también chocamos a un Fiat Uno). ¿Dónde está mi dignidad, Sta Eva?  Quiero que me la devuelvan y me dejen trabajar en paz. 

3.10.10

El problema del dinero

Para contar los billetes que uno tiene en su bolsillo, tuvo que haber contado los bolsillos que tiene en sus ropas. Es verdad esto, pues si no supiera cuántos bolsillos lleva jamás encontraría la billetera. Además tendría que haber contado cuántas prendas tenía en ese momento, para saber cuántas de esas prendas tiene o no bolsillos. Así sabrá que tiene, por ejemplo, dos medias y que estas no tienen ni bolsillos ni billetes. Sin duda  ha contado todos los pares de medias que tiene en su casa para que no quepan dudas que las medias no tienen bolsillos y a la vez todos los pares para afirmar que estos se componen de dos unidades. Así los zapatos son inspeccionados y calculados por par. Y tuvo que haber contado sus pies, sacándose los zapatos y las medias para darse cuenta que los pies son pares y necesitan pares. Pero sus dedos de los pies que son diez, deben estar separados en dos grupos de cinco para que los pares sirvan. Por los tanto, los cincos necesitan pares. Y entonces, no puede concebir que en una billetera quepan cinco pesos con veinticinco centavos. Y concluye que no tiene  ni billetes, ni billetera, ni bolsillos, y está metido en un par de medias y un par de zapatos, entremedio de cinco y cinco dedos.

2.10.10

Rap y payada

El rap es, o debe ser, una manifestación de la boca, la lengua y las cuerdas vocales. La voz sale a ritmo de un loop que repite siempre la misma estructura. No es cantar. Cantar, cantan los pajaritos. Es más bien ladrar.
Aplaudo a quien puede recitar, con rimas y cuanto más rápido mejor, las cosas que salen de la cabeza. Me gusta el que improvisa. Siempre el rap lo asocié al Martín Fierro. Sí, las estructuras son diferente, el ritmo es diferente, el tempo es diferente. Pero ¿qué me impide compararlos? Me gusta la payada recitada. Me gusta eso de crear rima en el momento y para el momento. Ambos actúan de la misma forma. Luego se esfuman. Los duelos: Dos personas combatiendo en una misma base. Truco y retruco. Eso es genial.
Pienso demasiado... Si algo me impide hacer rap o payada es la falta de espontaneidad que tengo, no las ganas.